En la era actual, marcada por la proliferación de dispositivos electrónicos y smartphones, la policía ha encontrado una nueva vía de investigación que puede resultar crucial en la resolución de crímenes. Programas de televisión como «CSI» y «Bones» han mostrado procedimientos policiales basados en diversas herramientas, pero ahora, la conexión entre los crímenes y los dispositivos móviles se ha vuelto más relevante que nunca.
Un ejemplo destacado es el caso de la desaparición de Diana Quer, donde el teléfono móvil se convirtió en un hilo de investigación esencial. Este dispositivo no solo proporciona información sobre los lugares que la persona desaparecida supuestamente visitó, sino que también revela los últimos mensajes intercambiados a través de aplicaciones como WhatsApp. A continuación, exploraremos la técnica detrás de estas investigaciones que utilizan los smartphones como fuentes cruciales de información.
La clave: la comunicación entre el móvil y la antena
Todos los teléfonos móviles necesitan conectarse a una antena para establecer comunicaciones, ya sea para llamadas, mensajes o navegación por internet. Aunque se puedan utilizar redes Wi-Fi, la señal móvil siempre está presente. Incluso en el modo avión, que promete desconectar completamente el móvil, la comunicación con las antenas permanece activa, incluso cuando el teléfono está apagado pero con batería.
Mientras el móvil tenga la batería intacta y algo de carga, será localizable siempre que esté dentro del alcance de una antena. Esto se debe a que todo teléfono móvil tiene dos sistemas operativos: el visible para el usuario (como Android o iOS) y otro que establece la comunicación con las antenas. Este último es inaccesible para el usuario, y el modo avión solo afecta al sistema operativo visible. Para lograr una incomunicación total, aparte de destruir el dispositivo, sería necesario colocarlo en un contenedor que actúe como jaula de Faraday, como el congelador recomendado por Snowden.
Triangulación de antenas: determinando la posición
La posición de un móvil se puede conocer a través de las antenas que transmiten constantemente señales a los dispositivos dentro de su alcance. La triangulación mediante antenas implica conectar un móvil a al menos tres antenas para determinar su posición exacta. Esta técnica se basa en la potencia de la señal transmitida por cada antena y permite establecer la ubicación precisa del dispositivo.
A pesar de la eficacia del posicionamiento por antenas, existe un desafío: el móvil no siempre está con su propietario. Puede ser abandonado o dejado en un vehículo, lo que obliga a los investigadores a contar con otros datos o indicios antes de afirmar que la persona investigada estuvo siempre en el lugar indicado por su móvil.
Intervención de las comunicaciones: accediendo al registro de llamadas y mensajes
Para verificar que el móvil estaba con su propietario y obtener más pistas, la policía puede acceder al registro de llamadas y mensajes. En España, las fuerzas de seguridad necesitan una orden judicial para obtener estos datos a través de SITEL (Sistema Integrado de Interceptación Telefónica). Este sistema, en funcionamiento desde 2004, permite a las autoridades escuchar y grabar comunicaciones telefónicas con la autorización de un juez.
Sin embargo, la limitación es que el contenido de las comunicaciones solo es accesible a partir del momento en que se realiza la intervención (pinchazo). A pesar de que el registro completo de llamadas y mensajes está disponible, acceder a su contenido solo es efectivo desde el momento del pinchazo.
Desafíos con las aplicaciones de mensajería Con el auge de las aplicaciones de mensajería, las comunicaciones móviles ya no se limitan a llamadas y mensajes convencionales. Las aplicaciones generan datos que, incluso si son interceptados, pueden resultar difíciles o casi imposibles de descifrar. En 2014, la Confederación Española de Policía solicitó mejoras técnicas al Ministerio de Interior para acceder a los mensajes de WhatsApp, antes de la implementación del cifrado de extremo a extremo.
En situaciones donde las aplicaciones representan un desafío, los investigadores han utilizado en ocasiones métodos ingeniosos, como solicitar un duplicado de la tarjeta SIM para acceder a los últimos mensajes recibidos en un teléfono móvil.
Encontrar el móvil: desbloqueando información valiosa
En casos donde se encuentra el dispositivo, se abren posibilidades adicionales para los investigadores. Sin embargo, el acceso a la información almacenada puede ser complicado, como se demostró en el caso del iPhone del asesino de San Bernardino. Aunque el FBI obtuvo el dispositivo, el PIN de bloqueo presentó un desafío. La solicitud de Apple para desbloquear el teléfono fue rechazada, y la situación evidenció las tensiones entre la privacidad y la necesidad de acceso a la información en casos criminales.