¿Porqué hay gente que nunca da un «Me gusta» en las redes sociales?

Si tienes más de seis personas conectadas en Facebook, llamarlas «amigos» puede ser un tanto inocente. Tras explorar aquí los diferentes tipos de interacciones en redes sociales, el dibujante Sergio Zúñiga compartió en su perfil: «Me veo obligado a hacer una limpieza. ¿Por qué debería mantenerlos aquí si no interactúan con lo que compartir?». Siguiendo esta línea, Alfredo Vela, autor del libro «Cómo encontrar empleo mediante redes sociales (y sin ellas)», nos presenta un simple experimento: «Comparte un logro que hayas alcanzado y descubrirás quiénes no te felicitan, revelando así a aquellos que no están a tu favor».

Hemos caído en un juego absurdo de subir fotos de vacaciones (en vez de disfrutarlas) y publicar comentarios sarcásticos que en realidad imploran atención. En el cortometraje «Morado«, una chica se golpea la pierna, sube una foto del moratón a Internet y espera que lleguen los «me gusta». Todos esperamos lo mismo al compartir algo, pero a veces el silencio es la respuesta y ninguno de los muchos espectadores en tu perfil da señales de vida. Vela, nuestro experto en medios sociales, confirma nuestras sospechas: «No existe una fórmula exacta para prevenir si nuestras publicaciones generarán reacciones».

LOS EXPERTOS SUGIEREN QUE UNA IMAGEN SIEMPRE RECIBE MÁS «ME GUSTA» QUE UN TEXTO.

PERO, TEN CUIDADO, ESTO NO FUNCIONA SI LA FOTO ES DE POLÍTICOS CHARLANDO EN UN SALÓN.

Un simple reconocimiento y aplauso no es mucho pedir, ¿verdad? Entonces, ¿cómo es que a veces no hay respuesta alguna? Consultamos a una psiquiatra sobre esta lamentable costumbre de mendigar «me gusta» en las redes sociales. Iria Prieto, coordinadora de Salud Mental en el Hospital del Tajo, opina que «la comida más deliciosa, la foto más asombrosa, la sonrisa más radiante… Todo se reemplaza velozmente por algo mejor, un comentario más ingenioso y un estado más avanzado . Como si el éxito se midiera en «me gusta» y la felicidad fuera un palo de selfie con filtro Valencia». Un consejo: si publicas un álbum de Aute en Instagram, caerá en el olvido.

La doctora relaciona nuestro comportamiento con un «juego de deseo o seducción, en medio de los vínculos complejos que se forman en la Red». En medio de esta farsa, «algunos te adulan, otros coinciden contigo, y están aquellos que ignoran tu publicación pero dan «me gusta» un comentario de otra persona en la misma publicación, solo para no satisfacerte». Un saludo a quienes racionan sus interacciones como si estuvieran midiendo el agua del grifo. Y un saludo también a ese grupo de aduladores alegres y ultraparticipativos que luego ni te saludan cuando te ven en persona. Nuestros favoritos son aquellos que te reprochan en público por no aceptar su solicitud de amistad.

Están los que pasan por alto tu publicación pero dan «me gusta» a un comentario de otro usuario en la misma publicación, solo para evitar darte el placer de confirmación.

Alfredo Vela, experto en comunicación 2.0, comparte consejos infalibles para obtener aplausos en línea. Recomienda recurrir a contenido emocional y visual, además de citas célebres. Él mismo lo hizo en su perfil personal con una frase («Rodearse de personas que te den más resultados que complementa») que fue compartido casi 2,000 veces. «Los tuits políticos, las fobias, odios, programas de televisión, platos de comida y deportes funcionan mejor que una noticia sobre un avance en la cura del cáncer». El momento y día de publicación también importan: «existe un momento dorado y un horario estelar, y no es precisamente a las 6 de la mañana del domingo».

En privado, los jóvenes usan cumplidos degradantes que podrían resultar en problemas legales si dichos dichos en voz alta. Pero cuando una chica comparte una foto sexy, esos mismos individuos exclaman «¡hermosa!». Prieto, miembro de la sección de psicoanálisis de la AEN, llama a esto la «banalidad del emoticono corazón». «Los tqm, los reguapo, bonita… Son el resultado del mercado o superproducción de afectos, donde la entrega y difusión de una emotividad inmensa e inconsistente ocurren sin un verdadero vínculo ni cercanía». Esto refleja «una fragilidad emocional relacionada con la idea de la modernidad líquida de Zygmunt Bauman, que nunca llega a solidificarse. Te doy un «me gusta» y tres corazones, pero ni siquiera recuerdo tu nombre».

Una estrategia segura para obtener un reconocimiento virtual o incluso convertirte en tendencia es esperar a que tu compañero de trabajo salga a fumar en la terraza y luego entrar en su computadora para escribir «Ayuda: Tuve mi primera experiencia sexual y salió algo blanco de mi pene ¿Es normal?». El contador de «me gusta» se disparará, como confirma Alfredo Vela, ya que «los errores, descuidos, malas elecciones de ropa y tropiezos son eventos que sacan nuestro lado oscuro y nos incitan a participar. Nos encanta burlarnos de los caídos». Sergio Ramos y Alejandro Sanz saben a lo que nos referimos.

GENERALMENTE, LAS PUBLICACIONES PERSONALES RARAMENTE RECIBEN «ME GUSTA» EN REDES SOCIALES. A MENOS QUE SEA PROTAGONIZADA POR EL HIJO DEL EXTESORERO DEL PARTIDO POPULAR.

CERO «ME GUSTA». LA PERSONA QUE PUBLICÓ ESTO TAMBIÉN TIENE SENTIMIENTOS, ¿VERDAD?

¿Estamos enfermos o simplemente demasiado seguros? Pedimos a Iria Prieto una conclusión final. «Es fácil hablar de patologías, ya que el poder de la imagen, los ideales del yo que se forman y la distancia y la comodidad que brinda Internet difuminan cualquier diagnóstico claro, lo que requiere un enfoque individual. Algunas características de personalidad llevarán a alguien a quedarse en segundo plano, mientras que otros más extrovertidos y sociales se moverán con más facilidad. Algunos se comportarán de manera calculada, formando una máscara». Pero, si ves una publicación triste y olvidada, dale un «me gusta» que no cuesta nada y es gratis. Gracias.

Regresar al blog