¿Por qué debemos comprar en las tiendas de barrio?

Hasta hace no mucho tiempo, las grandes superficies comerciales se instalaban sobre todo a las afueras de las ciudades, permitiendo todavía una cierta supervivencia del comercio de barrio tradicional. Sin embargo, hace unos años las grandes superficies comenzaron a adentrarse en las ciudades, y destruyendo así las posibilidades de supervivencia de las pequeñas tiendas de toda la vida, lo que llamamos “tiendas de barrio”.

Hay varias razones por las cuales se prefiere comprar en los grandes superficies en vez de en las tiendas de barrio:

Los productos son más baratos. Esto es cierto (a medias)

Ya que si uno mira detalladamente este hecho solo ocurre para cierto tipo de productos. Pero, ¿por qué son más baratos? Pues la respuesta es clara para cualquiera que tenga una mínima idea de economía. Las grandes superficies comerciales tienen mucho más poder de negociación con las marcas que las pequeñas tiendas. Esto es, los grandes supermercados pueden “obligar” a las marcas a reducir el precio de sus productos, ya que puede pasar que esa marca dependa de esa gran superficie comercial para su propia supervivencia, es decir, se invierten los papeles y ahora es la marca la que depende del supermercado. Por tanto, algunos productos son más baratos a costa de que las empresas productoras ajusten los precios. Esto se traduce en que los productores, agricultores y ganaderos se vean notablemente perjudicados y deban vender cerca del precio de coste.

Puedo comprar todos los productos de golpe

Vivimos en una sociedad en la que los terribles horarios laborales nos impiden tomarnos la vida con más tranquilidad y lo que antes hacíamos de ir a comprar la carne a la carnicería, el pescado a la pescadería, etc, ahora se vuelve imposible y necesitamos tener todo a mano y comprarlo de una vez. Sin embargo, esto en los barrios tradicionales también se puede hacer, pues las tiendas no están muy lejos unas de otras y se puede ir a pie y hacer las compras con bastante facilidad. Otro tema es el caso de los barrios periféricos convertidos en “barrios dormitorio” en los que cualquier superficie comercial o de interacción social brilla por su ausencia. Pero…¿Cuáles serían las razones para comprar en las tiendas de barrio? A continuación, te decimos algunas (aunque seguramente hay muchísimas más):

1. Invertir en el barrio

Tanto el dueño como los trabajadores de la tienda muy posiblemente sean del barrio o zonas cercanas, por lo que los beneficios, al contrario que en las grandes superficies, se quedarán en el barrio y revertirán en él.

2. Mayor posibilidad de acceso a productos locales

Por la razón anterior, los trabajadores de la tienda seguramente tengan acceso a productos locales (frutas, verduras, productos artesanales propios de la zona…). Esto significa además un beneficio para el medio ambiente, pues los productos no habrán tenido que recorrer en muchos casos cientos de kilómetros con la consecuente reducción en la emisión de dióxido de carbono.

3. Interacción consumidor-trabajador de la tienda

Mientras que en las grandes superficies comerciales los realizan sus compras sin ningún tipo de asesoramiento, en las tiendas de barrio los trabajadores generalmente conocen muy bien sus productos y podrán asesorarnos en cuál es mejor de acuerdo con nuestras preferencias. Además, como ya nos conocen, pues seguramente nos pregunten por nuestros problemas y nos tengamos que ahorrar visitas al psicólogo…;)

4. Fomenta un clima de intercambio de productos y/o servicios

Pues es posible que si yo tengo otro negocio, esa persona acuda a mí cuando necesite de mis productos o servicios. Ello fomenta un clima social favorable para el barrio, fomentando la interacción y el cooperativismo.

5. Evitar la masificación y crecimiento del barrio

La existencia de muchos comercios pequeños en el barrio impide las masificaciones en zonas muy concretas del barrio, favoreciendo que los consumidores se distribuyan uniformemente en toda la zona. Actualmente, con las grandes superficies comerciales muchas calles de los barrios se quedan desiertas frente a otras que se masifican a en franjas horarias muy concretas.

Ahora tú, consumidor, tienes la última palabra y eres libre de decidir comprar en un gran supermercado o en tu tienda de barrio de toda la vida. Seguramente el dependiente de la tienda, Arjun, Juan, Ana, María, Pepe, agradecerá que vayas a hacerle una visita y le des la satisfacción de hacer la compra en su tienda.

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